Es una sociedad filantrópica, filosófica y progresista. Sus objetivos son la exaltación y el perfeccionamiento de las más elevadas potencialidades humanas.
La Orden asienta sus principios en ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad; y asume que el hombre puede alcanzar su realización a través de la Ciencia, la Justicia y el Trabajo (trilogía que constituye su lema).
La Masonería es también sistema de conducta moral donde se aprende a dominar los vicios, las pasiones, las ambiciones, el odio, y los deseos de venganza, que oprimen al hombre.
Es una sociedad fraternal, que admite a todo hombre libre y de buena reputación, sin distinción de raza, religión, ideario político, o posición social, exigiendo únicamente que posea un espíritu filantrópico y el firme propósito de tratar siempre de ir en busca de la perfección.
Está basada en la creencia en un Ser Superior, o Dios, (el Gran Arquitecto del Universo) como principio y causa de todas las cosas.
Es, tolerante con las personas y enseña a respetar las opiniones de los demás, aunque difieran de las propias.
Sus miembros aprenden sus preceptos en ceremonias ritualísticas dramatizadas, que siguen antiguas formas, usos y costumbres de los constructores de catedrales, utilizando las mismas herramientas como guías alegóricas.
La Masonería exige de sus miembros respeto a la Leyes del país en el que cada Masón vive y trabaja. Los principios Masónicos nunca pueden entrar en conflicto con los deberes que como ciudadanos tienen los Masones, sino más bien tienden a esforzarlos en el cumplimiento de sus responsabilidades públicas y privadas.
A la inversa las ideologías que pretenden reformar la sociedad, la Masonería induce a sus miembros a formarse a sí mismos, con la esperanza que el progreso individual contribuirá a la mejora ulterior de la sociedad.
Los verdaderos Masones no participarán nunca en ninguna conspiración contra un poder legítimo. Para un masón sus obligaciones como ciudadano deberán prevalecer sobre cualquier otra obligación y por tanto no otorgará ninguna protección a quien actúa deshonestamente o contra la Ley. La Masonería tiene prohibido expresar opinión alguna sobre temas políticos o teológicos y gracias a ello ha podido superar el constante cambio de doctrinas y sistemas del mundo.
En el siglo XVII, la masonería, que era a la vez gremio, sindicato, escuela y cofradía, estaba a punto de desaparecer con la terminación de las últimas catedrales. Pero, en la misma época, en Inglaterra, esta institución aceptaba miembros honorarios, cuya ocupación principal no era la construcción. Los llamaron masones Aceptados, hombres interesados por la base moral, el simbolismo, la generosidad y la fraternidad de la Institución.
La primera Gran Logia se fundó en Londres en el año 1717, de ella derivaron todas las otras Grandes Logias que forman la Masonería moderna. Las primeras fundadas fuera de Inglaterra fueron las de Madrid y de Gibraltar.
En España, las persecuciones del régimen franquista, encarcelamientos, fusilamientos y el exilio por los que tuvieron la suerte de poder escapar, marcaron el fin de la Institución durante un largo tiempo. Los masones en el exilio, recibieron ayuda y protección y participaron en los trabajos de las Logias de los países que les dieron asilo. Muchos tuvieron la oportunidad de ingresar en Logias regulares y esto influyó favorablemente en el momento de reemprender actividades masónicas en España. Este momento llegó en el año 1977. Unas pocas Logias pudieron reconstituirse, y otras, con la ayuda de la Gran Logia Nacional Francesa, se fundaron cerca de la frontera para aceptar nuevos miembros españoles. Se agruparon a continuaciÓn en el distrito de España de la G.L.N.F., obteniendo así la regularidad de origen hasta que, en el año 1982 se fundó la Gran Logia de España, independientemente y, por primera vez, rreconocida por la totalidad de las otras Grandes Logias del mundo. La Gran Logia de España, única obediencia regular en el Estado, tiene ahora 80 Logias diseminadas sobre el territorio.